LOS SECRETOS DEL AGUA

Muchas veces aquello que tenemos más accesible más a mano no le damos la importancia que se merece. Este es sin duda el caso del agua. Sabiendo que nuestro medio es principalmente agua y que es el medio en el que nuestras células realizan todos sus procesos nos parece fundamental dedicarle un apartado. 

Como ya vamos entendiendo en toda la trama de este manual “los químicos tóxicos” son un enemigo para nuestro medio interno y se sabe que dificultan gran parte de nuestros procesos hormonales y metabólicos entre otros. A la hora de pensar en el agua debemos entender que lo mínimo que habría que hacer con ella si hablamos del agua del grifo es buscar un buen filtro que elimine los restos químicos de su tratamiento junto con los metales o residuos que puedan quedar de todo aquello que acabamos vertiendo a nuestras tierras y ríos. En muchos casos ante la desconfianza del agua del grifo los ciudadanos optamos por las aguas embotelladas. Es un tema complejo esta elección pues entran en juego dos factores, el tema del exceso de plásticos y el tema de los aditivos que se emplean en la fabricación del PET que también aportan residuos extra a las aguas. Su calidad no siempre es la óptima.  

Vivimos en un mundo “ácido” especialmente en las ciudades, con una alimentación muy defectuosa y una alta carga de estrés, este apoyo y el fomento de hábitos saludables puede ser un empuje para una mejora en nuestra salud.   

¿Cuál es el mejor agua para la salud de un ser humano?
¿Qué características debería tener?
Esta pregunta se la hicieron ingenieros de Okinawa (Japón) hace 40 años y despues de buscar lo que había publicado científicamente al respecto constataron que no podían llegar a una conclusión realmente valida y definitiva. Empleando el sentido común, decidieron investigar el agua en aquellos lugares donde las personas eran muy longevas, incluso centenarias y gozaban de una buena salud, libre sobre todo de enfermedades degenerativas (como cánceres, Alzheimer, fibromialgias , esclerosis múltiples, EìPOC, artrosis, etc). Encontraron que las aguas de estos lugares del planeta, que suelen ser conocidas como “aguas milagrosas”, presentaban siempre tres características básicas :  

1. Son aguas bien mineralizadas alcalinas con un pH de 8,5 a 9,5.
2. Son aguas con un gran poder antioxidante al poseer tasas elevadas de Hidrógeno molecular (H2). Que se produce por el roce del agua con las piedras en la oscuridad de las cuevas. 
3. Y son aguas microestructuradas hexagonales, lo que les da un gran poder de hidratación, unas 7 veces más hidratantes que cualquier otra agua natural o embotellada.  

Creo que si preguntáramos a cualquiera si quisiera tener este agua en su casa contestaría con “está claro que sí”.  

Los ingenieros de la fabrica ENAGIC en Okinawa se pusieron manos a la obra diseñando un ingenio que consiguiera agua de estas características partiendo del agua que nos llega a casa. Idearon entonces un Ionizador que haciendo una hidrolisis del agua separa los minerales alcalinos como el Calcio, Magnesio, Sodio, Potasio, Manganeso etc. de los minerales Ácidos como el Cloro, y el Flúor por ejemplo consiguiendo un pH de hasta 9,5. Al descomponer el agua y recomponerla se produce H2 que le da un gran poder antioxidante y la reconstruye en forma hexagonal haciéndola 7 veces más hidratante. En suma le devuelven al agua sus mejores características originales para la salud.